Algunas personas sostienen que la Biblia es un libro donde existe la brecha o desigualdad de género, puesto que la mujer aparece relegada con respecto al hombre. Dicha afirmación la formulan personas que no ahondan en la lectura bíblica. La mujer tiene un papel activo en el texto sagrado. En el libro de Jueces, los capítulos 4 y 5, están dedicados al heroísmo de una mujer llamada Débora. Ella se desempeñaba como profetisa y jueza de Israel(Jueces 4: 4-5).
Un día esta mujer mandó a llamar a Barac, hijo de Abinoam, y le comunica que Dios lo ha escogido para que se levante en contra de Jabín y su capitán Sísara, quienes tenían oprimidos a Israel. Sin embargo, Barac, condiciona el llamamiento que le hace Jehová por medio de Débora. “Si tú fueres conmigo, yo iré, pero si no fueres conmigo, no iré” (Jueces 4: 8) Débora accede a la petición del tímido Barac, no sin antes advertirle que no sería de él la gloria o la fama por la jornada de lucha, puesto que en mano de mujer vendría Jehová en contra de Sísara. Fue así como la profetisa y jueza israelita junto a Barac y en compañía de diez mil hombres procedentes de Zabulón y Neptalí emprenden una lucha de liberación. Dicha hazaña es cantada por Débora en un hermoso poema titulado Cántico de Débora y Barac, registrado en el capítulo 5.
Con lo anterior se puede afirmar que la mujer también es protagonista en las grandes hazañas inspiradas por Dios. Y Él no hace acepción entre hombres y mujeres.
Por Vladimir Orellana Cárcamo